El documental Secretos del Partenón, nos muestra un estudio científico realizado por diferentes arquitectos tratando de descifrar las maravillas de la creatividad humana plasmadas en el Partenón en Roma. El Partenón es un icono de la Civilización Occidental, un templo muy respetado en el Imperio Romano, lugar sagrado donde honraban y adoraban sus dioses. La estructura, que tiene un gran valor cultural e histórico, ha sufrido cambios provocados por el ser humano, como renovaciones, robos, fuegos y explosiones, y por eventos de la naturaleza que lo han deteriorado significativamente. Los arquitectos lo estudian para restaurarlo y salvarlo del colapso con el cuidado de preservarlo lo más puro posible, por lo que emplean materiales y fragmentos de la estructura original, los restauran y los utilizan para formar la pieza necesaria.
En su investigación, los arquitectos han descubierto muchas cosas que no se perciben a simple vista y que se ha vuelto un problema mayor del pensado por el equipo de trabajo. La pregunta que se ha generado es “¿cómo los romanos construyeron el Partenón original?”. Visualmente el edificio aparenta ser una estructura geométricamente recta pero en realidad no lo es. Cuando empezaron a trabajar con las piezas rotas notaron que cada pieza tenía un lugar designado hasta el más mínimo detalle, que las piezas no son derechas sino que tienen curvas que no son accidentales. Eso convirtió el proceso en uno largo y complejo porque cada pieza encaja en su propia curva y tienen que trabajar conscientes de su deber de preservar las piezas originales. Las columnas, escaleras y varios detalles tienen elementos curvos con una mínima fracción de diferencia por lo que al montar el rompecabezas tienen que asegurarse de ser precisos y exactos. La construcción original del Partenón le tomó a los romanos entre ocho y nueve años. Utilizaron técnicas de medidas con un sistema matemático único, construyeron curvas con gran precisión y trabajaron con información visual e ilusiones ópticas, desarrollando la profundidad y la perspectiva.
La reconstrucción se ha tomado mucho más tiempo del esperado porque no han logrado descifrar la forma en que pensaron la construcción original. Se descubrió que para que los romanos lograran la infinidad de diferencias, trabajaron con gran cantidad de obreros y el trabajo era individual – cada uno hacía su patrón. Los obreros modernos tuvieron que utilizar métodos que los romanos utilizaban en sus construcciones. Eso les ayuda a conseguir mejores respuestas que los dirigen a lograr el proceso de reconstrucción.
Tal vez no se pueda descubrir cómo los romanos lograron hacer el Partenón más rápido sin tecnología existente. Eso demuestra que a pesar de las diferencias en el ser humano, cuando nos unimos a formar algo con un propósito y fin determinados, podemos lograr alcanzar hacer cosas que marquen la historia, que marquen la sociedad, que tengan significado y dejen huella. No se trataba de hacer la estructura perfecta; lo importante es poder unirse para hacer y/o celebrar algo juntos.
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